En el mundo mundial de las finanzas se denominan fondos buitre al capital de riesgo que se dedica a invertir en deudas públicas de países o entidades considerados débiles o prácticamente quebrados.
El nombre de buitre surge como comparación a esa ave carroñera, en vuelo paciente para, llegado el momento, lanzarse sobre su presa (país deudor). A efectos de mitigar ante la opinión pública semejante denominación, los operadores del mercado mundial lo llaman “fondos de situaciones especiales.”
En nuestra Argentina, los fondos buitre cobran notoriedad en la crisis económica del 2001, cuando compran títulos de la deuda al 20 % de su valor nominal, para posteriormente exigir el pago total de los mismos. El 23 de diciembre de 2001, el entonces presidente Adolfo Rodríguez Saa declara el default y tal medida es lamentablemente aclamada por el Parlamento.
El gobierno de Kirchner y Lavagna en el 2005 propone a los acreedores el canje de la deuda y el de Cristina y Boudou en el 2010, completan el mismo. Este es aceptado, en su mayoría, con la excepción de los fondos buitre.
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