El caradurismo K sigue vigente

“Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio” (Proverbio)

La Presidente, en un acto con jubilados de Haedo, y en un ambiente de claque incomprensible y rodeada por el hermoso Brumel (Boudou al decir de las pasivas convocadas) y otras figuras habituales, anunció un “aguinaldo extra” que va desde $ 350 destinado a los que cobran la mínima y luego en escala descendiente de $ 200 a los que perciben entre $ 1.401 y $ 1.500.

Por supuesto, con la mejor cara de un billete de $ 20 (cara de Roca), se vanaglorió a diestra y siniestra de la perversa política de jubilaciones que lleva adelante el ex presidente en ejercicio y ella, su obediente consorte. Para no cansar a los lectores, recomiendo leer el artículo publicado el 30/10/09 titulado Cuando la perversidad es crónica.

El aumento mencionado otorgado por única vez, no hace cambiar en lo más mínimo lo expresado en esa oportunidad. Por el contrario, la calificación de perversa se mantiene incólume, más después de la limosna graciosamente concedida que reciben el universo de jubilados (90 %) que pasan por una penosa situación de manifiesta pobreza.

Como mínimo, y como una primera etapa de la reivindicación de los pasivos, el aumento tendría que haber sido permanente. Fondos existen, si hasta para recambiar costosos camiones se emplea el dinero de los jubilados, como no emplearlos en una causa a toda luces más que justa.

Cerrando el autoelogio, el mandamás crónico (NK), en un seminario de políticas públicas, y ante “obsecuentes seguidores”, destaca la revolucionaria limosna concedida por su señora.

Po supuesto, no seré tan necio de dejar de reconocer que la dádiva cae muy bien a las arcas de los sufridos retirados, pero que como política distributiva es sumamente amarrete y no enmascara que el verdadero daño ocasionado a los jubilados no está ni remotamente en vías de solución, con la medida adoptada por el poder político.

Por lo menos, el toro (N y CK, ver Toros y Toreros), tendría que haber metido violín en bolsa, y que el vocero, si es que hay, anuncie la paupérrima aunque aliviadora en algo, noticia.

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