Cuando se produce un acontecimiento importante y se desea escribir sobre él, se puede hacerlo inmediatamente o dejar transcurrir un lapso prudencial. En el primer caso no seremos tan objetivos, ya que escribiremos en “caliente”, con el corazón en vez del pensamiento, y en el segundo no seremos originales, puesto que ya se habrán escrito innumerables artículos sobre el mismo.
Estamos pues, en el segundo caso, para hacer un comentario sobre el remanido tema del Banco Central y la crisis desatada por el accionar del kirchnerismo.
Así como es difícil encontrar una solución consensuada en el tema central que es el pago de la deuda externa con las reservas del Banco Central, es también y creo más difícil aún, actuar como lo hizo el gobierno K.
Para ser moderados, lo menos que se puede decir es que la torpeza, la irresponsabilidad y la irracionalidad técnica jurídica y política con que actuó la Presidente y su sombra marital, alcanzaron su máxima intensidad, todo ello derivado no solamente por la estrategia elegida una vez más por el matrimonio patagónico que es la improvisación, sino por no respetar el más elemental de los preceptos de la administración de las organizaciones.
El padre del management, el inmortal Peter Drucker, expresaba que la causa principal del fracaso de las organizaciones (empresas, clubes, hospitales, hoteles, sindicatos, gobiernos, ONG, bancos, etc.), era por que las mismas no tenían en cuenta la realidad. Y esto es lo que le pasa al gobierno de N y CK. Creen que están en Santa Cruz donde dominaban a gusto y “piacere” los tres poderes del Estado y los medios de comunicación.
Pero, el colmo del alejamiento de la verdad, es que para ellos el 28 de junio de 2009, no existió, y que las elecciones significaron en realidad un triunfo para su ¿programa? de gobierno.
Resultado: el papelón de los DNU y de la manga de obsecuentes que lo rodean, que fueron incapaces de la menor sugerencia correctiva a tamaño despropósito.
La seudo conferencia de prensa convocada por la Presidente el 19 de enero no agrega nada positivo, sino por el contrario, reafirma la falta de tolerancia y los agravios para los que piensan distinto y un odio visceral a Cobos. Más son los agravios del poder K al Vicepresidente, más crece su figura, para su desesperación y la de otros opositores (Carrió, Macri, Binner, etc.) que también cuestionan el accionar de quién hoy es el principal político para afrontar con éxito al poder K.
Por eso la frase del título, le cabe como anillo al dedo a los conservadores populares kirchneristas. La dijo el que fuera gran comediante Groucho Marx.
Lamentable.
Opinión Activa 