La agresión, una Política de Estado

La agesión...Las últimas apariciones verbales de la devenida a Reina, doña Cristina Fernández, en las Naciones Unidas, reconfirmaron que la única política de estado encarada por el cristi kirchnerismo conservador popular, es la de la agresión.

Antes una aclaración: anteriormente decía ex reina, hoy es Reina por cuanto inauguró la dinastía K con el lanzamiento de su primogénito Máximo. Y esto sí es una monarquía, no simbólica, como las que existen en casi todo occidente, sino real, con el ex Rey Néstor, la actual Reina Cristina y el Príncipe consorte Máximo, ya en plena carrera para ceñirse la corona, cuando la reina madre CFK se retire en diciembre de 2015, si puede. Todos acompañados por la Corte de obsecuentes frecuentes.

La agresión en todas direcciones fue internacional, tocándoles el apodo de buitres a cualquiera, país o persona, que hubiera osado disentir con la Presidente, en su particular modo de cumplir con su “relato”.
Lo paradójico de la situación, es que a pesar del fuerte apoyo “moral” recibido por el gobierno argentino de países y organizaciones regionales, en su “lucha contra los pervertidos fondos buitres”, todos ellos fueron protocolares, pero ayuda en serio, no se vio ni por asomo ni siquiera una “talega” de dólar.

Completa la única política de estado del régimen K, la brutal agresión interna. La menor crítica de cualquier persona o institución, merece sumarse a la hoy bandada de buitres, quedando únicamente afuera los muchachos de la Cámpora y algunos pocos pingüinos y otros, a los que el miedo los paraliza.

Pero lo más repudiable es la agresión al pueblo argentino, en general, permitiendo su reemplazo por el vice biprocesado el ex Amado, hoy Boudou a secas. Y negando o minimizando la corrupción, la inseguridad, la inflación, etc., que arrasan a la sociedad, sobre todo a los más débiles en la escala económica.
Según, Cristina, seremos la próxima Arabia Saudita. Muy optimista la señora. Necesitamos gran inversión y a pesar del deseo del mandamás de YPF, el gobierno no lo acompaña en esa tarea, con el default reciente, selectivo o no. En lo que si estamos a punto de parecernos, es que los funcionarios se pongan túnica y se tapen el rostro, no por costumbres o religión, sino para no ser reconocidos por el pueblo.

Se habla de cambios en el Gabinete, pero podrá ser una oxigenación, a lo sumo, a una pésima gestión, pero jamás una solución a los graves problemas que enfrenta la República, salvo que la reunión con el Papa Francisco, como casi un milagro, haga ver a la Presidente la única verdad: la realidad (no es copia a Perón, sino a Aristóteles).

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